Somos 7 Billones de Enfermos Mentales, Sepámoslo o No

Somos 7 Billones de Enfermos Mentales, Sepámoslo o No

Artículo publicado en el Periódico STOP edición 86

Norberto R. Keppe, Extracto del libro,
La Liberación por el Conocimiento, pág. 33, 2ª edición

Cuando el Génesis relata la caída de Adán y Eva, dice en el capítulo 3, versículo 5: “Pero Dios sabe que el día que de él comieres, vuestros ojos se abrirán y seréis como dioses, versados en el bien y en el mal”. Esas palabras del demonio muestran como el ser humano tiene la idea de que el mal le da gran poder. Al mismo tiempo tiene gran miedo de la consciencia, que en este caso es representada por la actitud de fuga que tuvieron cuando el Creador los buscó, respondiéndole Adán: “Oí tus pasos en el jardín, tuve miedo porque estoy desnudo y me escondí”.

Estar sin ropa en ese caso significa estar frente al mal que practicó. Eva se justificó diciendo que “la serpiente la sedujo”, revelando cuanto le atraía la corrupción y  la veía como agradable (Génesis, cap. 3, vers. 13). En el capítulo 6, versículo 5, la Biblia dice sobre La Corrupción de la Humanidad: “Dios vio que la maldad del hombre sobre la tierra era grande ” …

Estoy escribiendo estos datos para aclarar la idea de que el ser humano ve en la corrupción y en el mal una enorme fuente de poder; por ese motivo toda la humanidad se encuentra en peligro de ser rápidamente destruida — pues su verdadera intención es realmente la de destruir y corromper todo lo que existe. Me parece que no existe ninguna persona inmune a ese problema; motivo por el cual, si no existe su concientización, será imposible salvar la civilización.

La actitud de corrupción hace sentir al individuo muy poderoso, por la posibilidad de destruir el bien creado por Dios; él cree que puede. Además, en relación a la creación, el ser humano solo podría sentirse como un dios por su actitud de oposición al Creador (teomanía) — aunque no sea como él es, el ser humano nota que, deteriorando, consigue contrariar el proceso divino en la Terra; con esa finalidad acepta transformarse en un demonio y vivir en el infierno.

Estoy diciendo que ese futuro es elegido por muchos individuos. La corrupción es como un monstruo de mil cabezas; una sola actitud corrupta se va transformando en otra más, y otra, y otra, en una secuencia sin fin, en el tiempo y espacio; por ejemplo: en la última sesión de psicoterapia de grupo, se evidenció que una cliente no da afecto y solo agrede a su hijo.

Noten algunas consecuencias:

a) el niño se volvió revoltoso; b) tiene dificultad para estudiar; c) trata mal a sus compañeros; d) no ayuda a ninguna persona; e) la propia paciente se volvió insatisfecha; f) no se lleva bien con el marido; g) no controla su alimentación; h) crea incidentes con las colegas en el trabajo y en la Residencia Trilógica.

Otro hecho fundamental es que el apego a una corrupción abre las puertas a todas las otras — no pudiéndose decir que el individuo se quede solamente en aquella.

Por ejemplo: la deshonestidad en la actividad del paciente W.W.; no trabajando correctamente:

a) destruyó su matrimonio; b) acabó con la profesión; c) sufrió deterioro mental; d) deformó el propio cuerpo; e) creó enemistades en todas partes; f) se empobreció notoriamente; g) se siente infeliz. Existe un acuerdo mutuo tácito entre todos los seres humanos para la destrucción del planeta.

Cuando muchos se preguntan ¿por qué no vivimos en un Paraíso si tenemos todas las condiciones para eso?, puedo responder que vivimos la peor de las vidas posible por causa de nuestro deseo inconsciente de corromper.

El hecho de conocer la corrupción ya es la mitad del camino andado en el sentido de sanarla, pues solo los seres humanos tienen condiciones de detenerla; estoy diciendo que os “demonios” ya no pueden conocerla más.

Cuanto mayor sea el conocimiento de la corrupción menor deterioro habrá, pues al fin de cuentas ella es inherente a la estructura humana — y solo podrá dejar de existir o por lo menos ser disminuida, a través de la conciencia.

Lectura sugerida


 

A Libertação pelo Conhecimento

 A Libertação pelo Conhecimento

Neste livro, o 21º de sua obra, Norberto Keppe trata da principal ferida do gênero humano: a corrupção – raiz de todas as doenças e de todos os males individuais e sociais. Mostra como a sua conscientização é o mais importante de todos os conhecimentos, podendo conduzir a humanidade a uma liberdade total e o seu consequente desenvolvimento.

Quiero ver el libro

 

 

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Post source : A Libertação pelo Conhecimento

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