Todos los reformistas pretenden cambiar la humanidad, o en el aspecto religioso, o en el político, o en el económico; por lo menos, por lo que yo sé, justamente, nunca fue visto el lado más enfermizo, que es el fundamental. La antigua advertencia de Sócrates (conócete a ti mismo), continúa actualmente en perpetua necesidad, pero especialmente en el sector social, y no solo en el individual, como hasta ahora ha sido visto.
Hace algún tiempo vi una película francesa, que mostraba la salida de un grupo de enfermos mentales de un hospital psiquiátrico, después de ser abandonado por sus directores, por la guerra. Los individuos internados estuvieron algunas horas afuera y vieron tantas barbaridades, que se quitaron la ropa de fantasía que usaban, y volvieron inmediatamente al sanatorio, como un lugar más seguro. El gran mensaje fue justamente este: el contacto con la propia psicopatología es el medio más perfecto para vivir, porque las luchas y conflictos sociales provienen de la alienación en que viven las personas que tienen poder. Parece que los poderosos ven al pueblo como como un bando de esquizofrénicos, paranoicos, maníacos, agresivos y delincuentes, proyectando lo que son ellos (los poderosos), como si el poder encubriera todos los desacatos. Cuando alguien del pueblo habla alguna cosa diferente, es porque está fuera de la ley; pero si un poderoso dice una enorme idiotez, lo llaman excéntrico, genial, diferente.
Por este motivo es que estamos mostrando la existencia de la patología social, y la necesidad de concientizarla, para que finalmente la sociedad encuentre su liberación, y todos podamos respirar aliviados. Generalmente todos saben que dentro de los niveles de existencia tan extremos (riqueza – pobreza, democracia – dictadura, trabajadores – poderosos), no podrá haber paz. Este es el primer paso, la concientización; los otros pasos vendrán para nosotros feliz o fatalmente.
Pienso que la psicoterapia será gradualmente substituida por la socioterapia, como un proceso más amplio. Podemos decir de modo general que, si la vida social no es terapéutica, no es vida social, porque el individuo no tiene condiciones de vivir en equilibrio, dentro de una estructura social desequilibrada. La sociedad ejerce una poderosa influencia en cada uno de sus miembros, y solo un individuo genial logra superar sus errores.
Cierta vez, leyendo a Freud noté que él tenía una absoluta confianza en el valor de la verdad; sin embargo, se desvió tanto, y la humanidad creyó tanto en sus fantasías que yo mismo, ahora tengo la idea que el ser humano busca solo la ilusión, mientras no salga de su proceso de inversión. Y esta es la mayor dificultad para la difusión de nuestro trabajo, tan real.
Podemos afirmar que el ser humano y la sociedad vienen fallando, porque aún no atinaron perfectamente con las causas de sus problemas. Parece que este aspecto estaba reservado para la ciencia de lo psicopatológico, que solo vino a florecer en el siglo XX. Sabemos que la mayoría de la humanidad está interesada solo en la satisfacción de los propios placeres, y no en el principio de la realidad, como decía Fred. A esta actitud, la denomine Inversión porque: a) Es imposible realizar cualquier acto bueno para sí mismo, si no es realizado para los otros. b) Quien está muy interesado en sí mismo, jamás podrá ser feliz, porque esta actitud ya indica que él no está bien. Otra cuestión perniciosa en extremo es la intención de desechar los sentimientos de culpa, volviendo al individuo sin miedo; esto equivale a hacer un lavado cerebral, en el sentido de robotizar al ser humano.
Sin una vida social buena, es absolutamente imposible estar sano; y si el estado es anormal, ¿Cómo es posible tener una existencia equilibrada? De otro lado, tenemos que considerar que actualmente la sociedad es fruto de leyes y regulaciones instituidas por personas enfermas. Desde que nacemos, estamos obligados a encajar en una estructura anormal, contra nuestra propia naturaleza. En general, podemos decir que el primer paso para mejorar al ser humano y la civilización, es cambiar la estructura social, si este paso no se da, cualquier otra cosa que se haga, será inútil.
La Liberación de los Pueblos – La Patología del Poder – PDF
Este es el primer estudio de la patología psicosocial de los individuos con poder, psicóticos que están impidiendo el desarrollo humano y destruyendo la sociedad. Si no los frenamos inmediatamente, asistiremos al rápido desmoronamiento de la civilización.
Artículo publicado en el Periódico STOP edición 90
Artículos del Periódico STOP 90:
La Liberación de los pueblos (socio terapia)